La poesía es una lectura difícil, pero también puede convertirse en un juego. Los alumnos de 2º ESO A, B y C han asumido el reto de convertirse en poetas y nos lo van a contar en un mini-documental titulado «Un pingüino que no siempre». De momento, aquí tenéis el tráiler.
Nuestro archipiélago poético
Publipoema
La actividad de hoy se llama «publipoema»:
He aquí algunas de los publipoemas de los miembros del minitaller:
LAS NUBES (Rocío)
Con la descripción de los Nike
debería darme mucha prisa
en una zapatilla de gimnasia
dejan de ser Nike y empiezan a ser Reebok.
Frente al Mercadona
hasta una piedra parece un bic
en el que se puede confiar.
Y los puleva, primos lejanos y batidos
LAS NUBES (Pedro)
Con la descripción de la mayonesa
debería darme mucha prisa
en una napolitana de segundo
dejan de ser esas y empiezan a ser ketchup
Frente al McDonald’s
hasta una hamburguesa parece un hermano
en el que el Ketchup puede confiar
y las baguette nada, primas lejanas y frívolas
LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS (Nerea)
Cuando pronuncio a palabra Adidas,
la primera zapatilla pertenece a Mayoral.
Cuando pronuncio la palabra desigual, la destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Puleva,
creo algo que no cabe en ningún Mercadona.
¿Cómo se llaman nuestras islas?
Ha sido difícil escoger un nombre para las islas que forman nuestro archipiélago poético, pero aquí las tenéis, ¡y en pareados!
Aquí tenéis los datos de nuestras islas en pareados:
Un día me bebí un chupito
y pensé en un cangrejito.
El cangrejito tonto
se encuentra en Toronto.
Mi isla se llama poesía
porque tiene forma de poesía.
Está al lado de una isla en forma de luna
y cuando hace viento se mueve como una cuna.
Cuando hice un arroz con habichuela
pensé en María Magdalena.
María Magdalena conoció
un habitante en Noruega.
Un poeta alemán naufragó en el Pacífico
y encontró una isla sin nombre específico.
Al sur de Mantiquia, siempre alerta,
sus mares tienen nombres de una historia cierta.
Meininsel acoge a gente de todas partes
pero fijos allí solo tiene dos habitantes.
Cuentan estrellas, dibujan mapas,
pasean de la mano, leen en hamacas.
Un día estaba comiendo sandía
y pensé en una galleta María.
La galleta María
estaba en Etiopía.
En la galleta María
un habitante había.
La galleta María
se dedica a comer sandía.
Nuestro archipiélago poético
Somos islas
Los alumnos de 1º ESO no suelen ser poetas, o eso dicen. Dicen que les gusta más jugar a la Play, ver el hormiguero o ayudar a sus madres a hacer enormes tartas de chocolate. O cualquier cosa, pero no escribir poesía.
Sin embargo, en el Jaroso, un grupo de alumnos y alumnas han decidido hacer justo lo que no se espera de ellos, y vienen en el recreo de los lunes a escribir poesía. Así que esos alumnos, que no son como los demás, son alumnos-isla: cada uno de ellos encierra tantas cosas en su interior que merece la pena echar un vistazo.
En la primera reunión del minitaller de poesía les hemos pedido que dibujen su isla, le pongan un nombre y la coloquen donde quieran. Algunas, por amistad, se han colocado muy cerca; otras, que buscan libertad, se han colocado en mitad del mar. Pero todas juntas forman nuestro archipiélago poético favorito.